Las matemáticas no son fáciles

El aprendizaje de las matemáticas es una aprendizaje secuencial y progresivo que requiere la puesta en marcha de procesos cognitivos complejos para crear significados abstractos, codificar y descodificar la simbología, etc. Por tanto, requiere de un desarrollo neurológico adecuado y el desarrollo de habilidades en otras áreas según el proceso evolutivo, como el desarrollo del lenguaje.

Su detección suele realizarse a partir de educación primaria, y existen, principalmente, dos tipos de dificultades de aprendizaje de las matemáticas, la acalculia, y la discalculia, siendo ésta última la más frecuente.

Por último, los individuos con dislexia se benefician enormemente de las tareas que fomentan su concentración, por lo que los profesionales pueden proponer a las familias actividades para optimizar la práctica de la atención en varios niveles.

Sintomatología y tipos

La discalculia es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por las dificultades en la comprensión y realización de cálculos matemáticos. Su origen neurobiológico, deriva en un procesamiento diferente de la información, pero existe una gran variedad de tipos de discalculia: verbal, practognóstica, léxica, gráfica, ideognóstica y operacional.

Además, existen algunos procesos cognitivos relevantes que influyen en su desarrollo, como los retrasos en el proceso de maduración evolutiva, las dificultades relacionadas con la estructuración de los aprendizajes o experiencia matemática o las dificultades en la resolución de problemas, que implican errores en la comprensión, representación y selección de operaciones debido, principalmente, a dificultades en la puesta en marchas de habilidades lingüísticas.

Tratamiento y recomendaciones

En ocasiones, la discalculia puede estar asociada a otros trastornos del aprendizaje como la dislexia o TDAH.

Su diagnóstico puede comenzar a realizarse a partir de la etapa preescolar, aunque es a partir de la educación primaria, cuando se manifiesta de forma más clara. La evaluación debe ir enfocada a evaluar todas aquellas funciones que puedan influir en el rendimiento en las pruebas de procesamiento numérico y cálculo, descartando la influencia de posibles disfunciones en procesos cognitivos relacionados.

Tras la realización del diagnóstico, resulta recomendable realizar un tratamiento adecuado de las habilidades matemáticas afectadas, así como actividades de apoyo para optimizar el funcionamiento de los procesos cognitivos relacionados (lingüísticos, concentración, etc.).

En ISIPE contamos con tratamientos personalizados y planes de apoyo para familias y centros educativos.

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